Ese día llegué
una cascada mojada
caida desde
el cielo
luchaba contra los
demonios que
rugían a lo
largo de toda la calzada
hasta mi casa
en forma de
claxones iracundos.
Mojado y cansado...
quería abrir la puerta
sentir el calor
de
mi hogar
de
sus brazos
de
su íntima
seguridad
y
descansar
desde la cocina
ella
ella
y
su grito inconfundible
más iracundo
e insostenible que
la calle mojada
e hirviente de caos
pregunta
siempre pregunta soberviamente...
siempre es la eterna
única protagonista
de su dramática
obra
¿que había allá
que fuera
más importante que
estar aquí a la hora
que debía?
pienso - tráfico lluvia trabajo y cansancio
pienso - ¿qué hay fuera que sea más importante que
no hacerme gritar, que no escucharte?
Ahora que me lo pregunta
vuelvo a pensar
-cualquier cosa-
Pregunta - ¿dónde has estado? desde luego en el trabajo no, me he informado, seguro que has estado con tus amigos dándole al codo y olvidando que yo esperaba con el plato en la mano...
soy tu sirvienta?
espenrándote a tí
esperándote a tí
Pienso - ¿qué he hecho esta vez?
Digo: Hoy me han echado del trabajo, cariño... reajuste de personal...
-callo y como-
En off oigo nuestros lamentos:
¡Te espero!
¡Te necesito!
Salgo de la cocina y recuerdo cuanto la quise...
ahora soy gris y ella tambien... pero me quiso.
Pienso: Aun le quiero
¡Yo también te espero!
!Yo también te necesito!
Te quiero.
Dice: Parece que te ha encantado la comida! estamos en Navidad, tenemos que hacer los preparativos! Soy feliz!
Comida, regalos, anuncios de televisión
Pienso: No quiero tus bienvenidas... No quiero otra Navidad contigo... No siento tu felicidad, no siento nada... dejémoslo todo, vayamos a respirar, a volver a soñar.
Tu no eres gris, nos hemos pintado asi. Pero, callo y me lo como.
Los ecos se apagan
y desaparecen las exclamaciones
desaparecen los te quiero
desaparecen los sonidos
No hay comentarios:
Publicar un comentario