que domar
o una montaña
que mover, o..
Un Olimpo que
convertir en
tu casa de genialidades
frente al mundo.
De tu superyo
Siempre es la mísma
palabra.
Y eres tú.
Lo citaba
Pahlaniuk
(…)*
Diría que me duelen
mis genes y su
pobre capacidad
de aglutinación
Diría que se sienten
redundantemente
redundantes
autosuficientes
Y me alegro por
aquellos, oh, genios de
la machina que
advierten los fallos
de la palabra y no
la cadencia de
las letras
y no el ritmo
del reloj
que
pone todo en
su lugar.
¡Oh!, mi ge
noma
quedó colgando
cual salivajo verde
en el quicicio de
mis puertas.
No soy eso y
lo soy.
FIN
*Cuando comprendas-dice Brandy-que lo
que estás contando no es más que una historia. Que ya no está
pasando. Cuando comprendas que la historia que estás contando no son
más que un puñado de palabras, cuando puedas arrugarla y tirar tu
pasado a la papelera, entonces decidiremos quién vas a ser a partir
de ahora.
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