Nunca llueve eternamente

jueves, septiembre 14, 2006

Absurdos varios

Y la vida, impasible, sigue su propio curso. Curioso, tener un océano, un universo dentro de uno mismo y, paralelo, constante, paulatino, amenazante… todo creciendo y pereciendo en rededor. Sabes esas imágenes grabadas y luego montadas de forma que puedes ver en segundos el crecimiento de una planta y seguidamente su flor? Igual: observa tu crecimiento perezoso mientras caen y construyen edificios. Obsérvate impasivo en constelaciones de años mientras el Big Bang o la gran implosión destruyen tu cosmos.

Todo es relativo y todo se enlaza. Universos dentro de universos. Dentro de más universos. Y viceversa. Ahora miremos al infinito. Personas dentro de sociedades. Dentro de comunidades. Dentro de Planetas. Dentro de sistemas. Dentro de… Mira a las estrellas y dime que jamás habrá nada nuevo. Nada que te sorprenda. Nada más que imaginar, soñar, fabricar. Podrías hacerlo?

Cuán grande, hermoso y terrible es el cielo, verdad?

Planetas, estrellas, vacío y éter.

Y sin embargo: cuán grandes somos.

Células que respiran y aspiran… a más. Al infinito.

Hasta dónde llegaremos? Hasta que la imaginación lo permita?

Y cuando lleguemos?

Qué?

Qué otro campo cruzaremos? Quiero saberlo y a la vez me asfixio en laxitud. Querer es poder?

Los grandes soñadores siempre estuvieron solos en su sendero? Salirse del camino de los peregrinos puede llevarte al fín común o a descubrir un enclave escondido?

La diferencia entre los que observan. Los que caminan sin perder el sendero y los buscadores de tesoros está precisamente en la postura que toman al mirar hacia al frente o a la bóveda que nos acoge.

Yo busco una sonrisa nueva, un nuevo amanecer, soy una buscadora?

Yo miro al infinito y oigo el eterno batir de las olas mientras un rayo de luz acaricia mi mejilla, soy una soñadora?

Yo agacho la cabeza y me levanto, soy una observadora?

No se lo que soy, quizás todos seamos un poco de todo, un día te levantas aún perezoso y sueñas, otro con la carga del día anterior y solo observas y otros tu ingenio te golpea tan brusco que te sientes obligado a buscar.

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