Frente al escritorio
todo es fácil
por fín las caras
son recuerdos
que mirar
o
recordar
mañana
quizás mañana
El hombre de las botas
fue hace rato
a un lugar seguro
a beber
y dormir
con sus zapatos
Madre recoge a los hijos
en sus gasas grises
vislumbrando algo de
plateada soledad
mientras otros se ruborizan
en su indolente danzar
Sus otros hijos,
los que entre nieblas aun la siguen
intentan acunar sueños
arropándose
entre migrañas
entre sábanas
hechas con
hilos
de amor
odio
o
soledad
Mirando hacia el infinito
me pregunto
qué nos diferencia
Los hijos de Sol
jamás se han diferenciado
Luna nos vuelve a acunar
en su regazo fino
pendular
mecieeendonos
Su locura locura es la nuestra
su sangre brillante
la que corre por nuestras venas
Ella mira al infinito
ella mece
ella crece
ella mengua
como todos
Dejaos llevar.
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