Nunca llueve eternamente

domingo, julio 02, 2006


Estaba el diablo mal parado en la esquina de mi barrio
ahi donde dobla el viento y se cruzan los atajos.
Al lado de él estaba la muerte,
con una botella en la mano me miraban de reojo
y se reían por lo bajo.
Y yo que esperaba no sé a quién,
al otro lado de la calle del otoño
una noche de bufanda que me encontró desvelado,
entre dientes oí a la muerte que decía así:

Cuántas veces se habrá escapado,
como laucha por tirante
y esta noche que no cuesta nada, ni siquiera fatigarme,
podemos llevarnos un cordero, con solo cruzar la calle.
Yo me escondí tras la niebla y miré al infinito,
a ver si llegaba ese que nunca iba a venir.

Estaba el diablo mal parado en la esquina de mi barrio,
al lado de él estaba la muerte,
con una botella en la mano.

Y temblando como una hoja,
me crucé para encararlos,
y les dije, me parece que esta vez
me dejaron bien plantado.
Les pedí fuego y del bolsillo
saqué una rama pa´convidarlos
y bajo un árbol del otoño
nos quedamos chamuyando,
me contaron de sus vidas,
sus triunfos y sus fracasos,
de que el mundo andaba loco
y hasta el cielo fué comprado
y más miedo que ellos dos,
me daba el propio ser humano.
Y yo ya no esperaba a nadie,
y entre las risas del aquelarre
el diablo y la muerte se me fueron amigando,
ahí donde dobla el viento y se cruzan los atajos,
ahí donde brinda la vida en la esquina de mi barrio
(LA RENGA - BALADA DEL DIABLO Y LA MUERTE)

A quién me la hizo descubrir, un saludo, aqui, al otro lado del oceano...

Vivimos hasta que dejamos de respirar, y respiramos hasta que nuestro corazón dice basta! y nuestro corazón es fuerte, el muy hijo de puta, que hay que decirlo más; aguanta, sobre todo si otros corazones penden de la misma cuerda o cercanos a ti. Hay veces en las que no se si darles las gracias, mandarlos a la mierda o llorar por ellos o el mio propio... No se nada, se que me acompañan. Se que el camino lo andamos solos, pero se que mientras lo hago me encuentro con acompañantes extraviados o de pronto me envuelven los susurros entre los árboles... quizás no es tan inhópito el paraje. A veces si entrecierro los ojos y me concentro oigo el viento y los cantos de los elfos, o de pronto, el olor de la vegetacion me hipnotiza durante horas.... Sigamos adelante, nos vemos en el claro del bosque.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ultimamente hay q pedir cita para hablar contigo?

Responda sobre la línea de puntos:

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Nas noches....